Cazorla – el Valle de los Tejos Milenarios

Lunes – día III

El 60% de la “tropa” dice que ya no anda más. De todos modos hay que darles un aplauso, porque,…que ayer subieran a los Poyos de la Mesa casi sin protestar, ya les vale, ya.

A modo de colofón de nuestra estancia en estas bellas sierras he decidido conocer un lugar apartado y recóndito, un lugar del que no tenía ni la más remota idea de que existiera, un lugar de nombre muy literario: el Valle de los Tejos Milenarios. Para esta aventura sólo quedamos mi hijo Juan Carlos y yo.

Para llegar al inicio de la senda hay que recorrer la interminable pista forestal de más de diez kilómetros que lleva al nacimiento del río Guadalquivir. Para esta noche estaba previsto que lloviera, pero no ha caído ni una sola gota. El otoño está llamando a la puerta y las temperaturas son más bajas que ayer, estamos a 11º C. En este lugar las hojas de chopos y fresnos se han tornado de color amarillo y la semilla de los arces está próxima a madurar.

El sendero discurre por el Barranco de la Cañada de las Fuentes, en una vertiente la Loma de los Agrios y en la otra el Poyo de las Palomas. Empecé el sendero con ahínco y paso rápido, sendero corto pero intenso, tan intenso como que a mediación me tuve que detener para recobrar el aliento. Aquí nos acompañó la suerte y pudimos observar muflones (Ovis musimon), tuvieron la delicadeza de permanecer quietos para que los fotografiáramos.

Continuamos en aquella subida que parecía no tener fin, llegamos a una zona despejada donde se erguía un increíblemente bello ejemplar de pino laricio (Pinus Nigra).

A nuestra derecha, en la Loma de los Agrios, sobre unas calizas vimos ciervos, en el fondo del barranco unos jabalíes y a nuestra izquierda, en la otra vertiente, un macho de gamo subía raudo por la empinada ladera caliza.

A nuestro alrededor abundantes agracejos (Berberis hispanica) y arces (Acer opalus subsp.granatense). A continuación de la crestería de la Loma de los Agrios y el Agreal un pico de 1.956 metros de altura: el Aguilón del Loco

Llegamos a un lugar orientado a norte donde sobrevivía un tejo (Taxus baccata) enorme del que no nos atrevimos a calcular su edad. A su alrededor existían otros ejemplares más jóvenes pero no por ello menos interesantes.

Por estas calendas su fruto carnoso y rojo ha madurado. Después, brujuleando por “interné”, he sabido que por esos lugares hay un ejemplar de 2.000 años.

Emprendimos el camino de vuelta a Arroyo frío, no sin antes detenernos en la misma orilla del río Guadalquivir a tomar un refresco, en la ladera de Filo Machero. Estando allí sentado en aquel bucólico lugar, a la sombra de unos frenos, caí en la cuenta que no hacía ni dos meses que había estado en su desembocadura, sí, en Sanlúcar de Barrameda fotografiando las carreras de caballos.

Serían las 3 de la tarde cuando llegamos a Arroyo Frío. Teníamos el tiempo justo para almorzar y cargar los bártulos en el maletero del coche. Cuando estuvo todo preparado nos acomodamos en el coche y encendí el motor para emprender el largo camino de regreso a Jerez. Dejamos atrás Burunchel, la Iruela y Cazorla. Llegando a Torreperogil miré por el espejo retrovisor y vi como allí detrás quedaba el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Me envolvió la nostalgia por el recuerdo de los buenos momentos vividos en aquel hermoso lugar, y una idea quedó en mi mente: la de volver.

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2 respuestas a Cazorla – el Valle de los Tejos Milenarios

  1. hace una semana, que hemos estado en el valle del los tejos milenarios, yo nunca había oído hablar de estos árboles,

  2. Norberto dijo:

    Soto como siempre, muy bien explicado y una maravilla que veré esta semana, espero quedar asombrado de todo esto, un saludo….

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